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El Oviedo es un equipazo. Con las nuevas incorporaciones y con la mano de Antic, los azules realizan una brillante temporada en cuanto a juego, aunque el final su clasificación (9º puesto) no reflejara ese buen fútbol. Al final logró el Oviedo 39 puntos, con 45 goles a favor y 42 en contra. Esta fue una temporada determinante, ya que el Consejo de Administración empezó a "cambiar de chip", y cambió la dinámica azul de fichar bien y no vender, a malvender su esquema básico, y fichar auténticas mierdas. Ese cambio de mentalidad quedó patente este año, ya que, aunque se niegue, había una realidad: el Oviedo podía aspirar a jugar en Europa, pero no interesaba, ¿por qué?. Pues sencillamente, porque se querían traspasar a jugadores fundamentales y no fichar a nadie. Por eso el Oviedo mediada la 2ª vuelta cayó en un desánimo patético, perdiendo partidos ridículos contra Albacete o Logroñés con la única razón de alejarse de Europa. La mano de Celso se empezaba a notar. A partir de ese momento, el "hombre-comisión" decidiría cómo y cuando se ficha, y a partir de ese momento el Oviedo quedaría desarmado, para en temporadas posteriores luchar por no bajar. Increible, pero cierto.
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